Cuaderno de California (5)
(Para Bremaneur, Verse y el resto de paelleros arevalianos.)
Déjà vu: esa el la primera impresión que uno tiene al llegar a Davis. Quizá, y gracias al cine, es igualmente la sensación que transmite todo Estados Unidos. Pero, particularmente, Davis. Podría ser, sin central nuclear ni bar de Moe, la ciudad de los Simpson; igualmente, la pequeña, provinciana población donde se desarrolla E.T. Calles amplias, interminables; casitas individuales, en forma de L cuyo brazo más corto es siempre un garaje de enorme puerta; aceras de cemento con pequeños parterres de césped en general bien cuidado y primorosamente recortado; ingentes cantidades de bicicletas de toda laya y condición, dotadas algunas de unos carritos amarillos que transportan a un niño feliz, indolente, provisto de su pequeño casco plástico en colores brillantes. Una ciudad cuyo único, ínfimo ambiente está en el downtown, en las manzanas que van desde la calle uno hasta la cinco en sentido horizontal (este/oeste) y desde la C hasta la G en vertical. Fuera de este núcleo, y salvando los centros comerciales distribuidos a lo largo del bulevar que la circunda por completo, ni un bar, ni un restaurante, ni una tienda: la nada abisal, doméstica, íntima, tranquila. En Davis no hay un sólo edificio alto: ni uno. Es raro encontrar casas de dos alturas; como mucho, algunos bloques de apartamentos generalmente habitados por estudiantes. Hay una comprobación experimental de lo que digo; por número de habitantes, esta ciudad es, casi exactamente, del tamaño de Ciudad Real: sesenta y cuatro mil, según se indica en las también conocidas placas que dan la bienvenida al viajero. En mi pueblo, la máxima distancia que uno puede recorrer de punta a punta y sin salirse de la Ronda es la correspondiente a media hora de paseo; aquí, en cambio, podrías andar más de dos horas sin salir del bien definido casco urbano. El arbolado es abundante: nogales, castaños, robles, pinos de largas acículas, arces, impresionantes cipreses, acacias donde trepan las nerviosas, abundantísimas ardillas…
Y luego está la gente. En contra del tópico verídico que hace de los norteamericanos unos gordos paquidérmicos, consumidores compulsivos de hamburguesas, perritos calientes y pizzas industriales, en Davis escasean los pesos pesados, incluso entre la población infantil. ¿Será, quizá, un beatífico efecto del uso de la bicicleta? ¿O, más bien, la consecuencia de los sabios consejos de su Departamento de Food Technology, uno de los primeros creados en el mundo y, actualmente, referencia internacional? La gente, en la calle, no pierde ocasión de saludarte, aunque no te conozca, claro está, de nada. Antes de bajarse del autobús, gratuito para los estudiantes de la Universidad, los mayores de sesenta y cinco, los funcionarios municipales…, suelen dar las gracias al conductor que es, a su vez, un joven universitario que, en turnos de trabajo reducido, se saca unos dólares. Los cajeros y cajeras de los centros comerciales te saludan amablemente y, tras colocarte con orden meticuloso la compra en sus bolsas (“paper or plastic?”, inquieren siempre antes de empezar) se despiden con un inevitable y sonriente “Have a nice day.” Los ves por la calle, nunca después de las ocho de la tarde, con una sospechosa cara de felicidad congénita. Quizá imaginen que viven en el mundo feliz. Quizá hayan encontrado el secreto de la existencia. Quizá, en fin, se chuten con soma. Pero, realmente, lo único que parece preocuparles es el estado de su bicicleta y que, en su jardín, el césped no supere nunca los cuatro centímetros de altura.
14 Comments:
(he vuelto al cíber del Plasencia). Hoy he visitado Hervás, Candelario, Barco de Ávila y el valle del Jerte. Un día precioso, en todos los sentidos.
Mañana visitaré Granadilla.
Amigo Protactínio, no contestará más preguntas hasta que no haga mis deberes?
Besos y abrazos plasentinos.
Más, don Pro, más.
wonderful place Pa
wonderful CuCa
(have you all a nice day)
Sólo falta Truman para completar el show. Aunque algún habitante de Madrid y de Las Palmas envidiaría esa tranquilidad.
Maravilloso cesped para tumbarse en la toalla rojiblanca (americana y colchonera...) Espléndido cuaderno, amigo. Abrazos.
colchonera...
nunca mejor dicho
Como pollos en granja, como dirira cualquier odiador-envidiador, marca ACME... La carcajada mas grande que pronuncie en un cine, fue cuando ví la castaña esa del "Día de Mañana" Esa que Estados Unidos se congela y semi destruye y todos sus habitantes se dirigen a la frontera Mexicana a pedir asilo metereologico... Sin duda don Algoritmo, esta usté envenenadose con el modo de vida americana, je, je, je.
Protactínio en el Paraíso. Así comienzan las pelis de terror, amigo, ¡ojo al parche! desconfíe de los rubios angelicales y vigile las motosierras. Al loro con el puritanismo soterrado, que me lo encarcelan en un ris ras por salir a por el periódico en calchonchelos.
(Ji, Ji... su noble y aristocrático aire provinciano"¡Esto no es mi Ciudad Real!", realmente genial)
Sí, parece la casa de Beethoven II. Mola el relato, Don Prota.
Que tenía yo mis dudas acerca de si mis besos y abrazos del primer comentario deberían haber sido "placentinos" en lugar de "plasentinos". Para salir de dudas, podría haberle preguntado a alguno de los quinceañeros sentados en los monitores de alrededor, pero no quise interrumpir sus juegos, o, tal vez, a un señor que tenía al lado, pero no lo consideré adecuado por otros motivos. Así es que decidí arriesgar: descarté "placentino" porque podía estar relacionado con "placer", en tono cariñoso y con acento extremeño: estoy, placentinamente, en Plasencia. La verdad es que tampoco hubiera mentido ni un poquito, ya que he disfrutado muchísimo, lo que me ha causado gran placer. El calor, que también, lo único que ha conseguido es acentuar las emociones, hacerlas más intensas, algo así como haberlas grabado a fuego (a veces, literalmente).
Si me equivocaba con "plasentino", siempre me quedaba la excusa de que como soy andaluza, estaba seseando, algo admitido y que a nadie escandaliza.
Pues acabo de consultar el DRAE y las dos formas están admitidas.
Besos y abrazos granaínos (ya volví)
Saludos a todos desde el otro lado del charco!
Nos dirigimos a ustedes para rogarles que colaboren con la causa que a continuacion les vamos a exponer:
Nosotras, las miniprotactinias, andamos ya algun tiempo inrtentando convencer a protactinio y esposa para que adquieran un perrito, pero estos no solo no son partidarios, sino que se muestran reacios con la idea, asi que hemos decidido que, en un gesto de buena voluntad, ustedes podrian ayudarnos, simplemente añadiendo una firma para ver si conseguimos entre todos ablandarles el corazon, ya que hemos probaado todas las vias que se puedan imaginar.
El perro en cuestion puede ser cualquiera que mida menos de 30 cm, ya sea de raza o no, pero rogamos encarecidamente que ustedes colaboren con la causa dejando su firma.
Gracias y muchos besos a todos.
Cuenten con la mía, miniprotactínias. Aunque debo admitir que, durante años, yo también me negué a tener perro en casa, siendo objeto de todo tipo de chantaje emocional. Una vez hicieron venir a casa a un amigo con un cachorro de apenas 3 días de vida; con una excusa tonta consiguieron que yo lo tomara en brazos y entonces me dijeron: míralo a los ojos y dile que no lo quieres. Aquella situación la resolví de una manera más o menos airosa y sin conflictos, aunque no cedí. Ha sido unos cuantos años después, y durante una época en que no he estado en casa, cuando la han adquirido. Se llama Taba y nos llevamos bien (ella y yo), forma parte de la familia. Físicamente parece la hermana de Chelsea, la del Marqués, pero morena.
Ya me contarán. Besos
Muchisimas gracias!!
Por ser la primera adhesion a nuestra caus recibira usted un trato especial en el próximo encuentro!
Muchos besos de las miniprotactinias.
No hay de qué!
La cuestión es, habrá próximo encuentro? Creen que me invitarán los Sres. Protactínio? Primero, aún no he hecho los deberes que me impuso el Sr. Prot. después de su clase magistral, y ahora, las apoyo a ustedes. No sé, no sé. Tendré que hacer méritos y ganar puntos. Pero mientras, les enviaré una foto de Taba aunque sea al correo de su Sr. padre, lo que, por otra pate, no me va a favorecer en absoluto.
Besos
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