Alumnos
La docencia representa, en mi opinión, un doble vínculo. Un doble vinculo que puede conducir a psicosis esquizofrénicas pero que, bien llevado, nos permite flotar, y aún hasta nadar, en el proceloso mar de los afectos. Por una parte, tus alumnos siempre son insultantemente jóvenes; de hecho, no cambian su edad con los años. Tú, el profesor, eres –claro está– un año más viejo cada año que pasa. Ellos, en cambio, no: ahí residen, en una especie de constante desafío acrónico. Y, de forma irremediable, invencible, inevitable, continua, te enfrentan cada mes de octubre a tu propia irremediable, invencible, inevitable y continua decrepitud. Por otra, sin embargo, da gusto verlos cuando ya han acabado sus estudios, convertidos en excelentes profesionales de la agricultura, de la enología, de la ganadería… Sólo eso justifica tu trabajo y, al mismo tiempo, lenifica las anteriores, umbrías distimias.
Esta mañana, acreditados miembros de la muy ilustre cofradía de los Mayorales del Vino de Valdepeñas, acudimos presurosos a cierta invitación que se nos hizo en el cercano pueblo de Manzanares. Por unas horas, olvidamos la secular aversión a los manzagatos franceses y allí nos presentamos. En mi caso, además, perfectamente acompañado por Fernando y Elvira tras unas memorables cena y posterior habitación en su casa de Barajas. Y allí nos las dieron todas. Jamás de los jamases había nuestra cofradía asistido a una cata de semejante calidad; jamás, repito, se nos había tratado tan regiamente. Porque si los vinos catados fueron excelentes, los posteriores aperitivos y la postrer comida de asiento, no les fueron a la zaga. ¡Brava lección de los manzanareños! Y allí, en la hermosa finca que conjuga y hermana espalderas de baja densidad con majuelos en vaso al extraño marco de 2.50 x 3.10, un antiguo alumno era el responsable de la viticultura. Bien es cierto que la propiedad es de la familia; pero ahí está él, frisando los treinta, y decidiendo sobre varietales, sistemas de conducción, carga de producción, fertilización…
Hay profesores que enseñan en magníficas, cualificadas Universidades. Tienen suerte; suerte, y un gran esfuerzo personal detrás. Otros, en cambio, enseñamos en Universidades pequeñas, recientes; en Escuelas de sólo relativo prestigio y con más carencias, quizá, que realidades. Sin embargo, cuento con la extraordinaria fortuna de explicar Química en una Escuela de Agronomía en la región más agraria de España. ¿Qué significa eso? Pues que en cada bodega que vaya, en cada cooperativa que visite, en cada denominación de origen a la que me dirija, siempre encontraré un antiguo alumno. Que, por lo que he podido ver, me recuerda con cariño. ¿Qué importa, pues, ser un año más viejo cada año?
Esta mañana, acreditados miembros de la muy ilustre cofradía de los Mayorales del Vino de Valdepeñas, acudimos presurosos a cierta invitación que se nos hizo en el cercano pueblo de Manzanares. Por unas horas, olvidamos la secular aversión a los manzagatos franceses y allí nos presentamos. En mi caso, además, perfectamente acompañado por Fernando y Elvira tras unas memorables cena y posterior habitación en su casa de Barajas. Y allí nos las dieron todas. Jamás de los jamases había nuestra cofradía asistido a una cata de semejante calidad; jamás, repito, se nos había tratado tan regiamente. Porque si los vinos catados fueron excelentes, los posteriores aperitivos y la postrer comida de asiento, no les fueron a la zaga. ¡Brava lección de los manzanareños! Y allí, en la hermosa finca que conjuga y hermana espalderas de baja densidad con majuelos en vaso al extraño marco de 2.50 x 3.10, un antiguo alumno era el responsable de la viticultura. Bien es cierto que la propiedad es de la familia; pero ahí está él, frisando los treinta, y decidiendo sobre varietales, sistemas de conducción, carga de producción, fertilización…
Hay profesores que enseñan en magníficas, cualificadas Universidades. Tienen suerte; suerte, y un gran esfuerzo personal detrás. Otros, en cambio, enseñamos en Universidades pequeñas, recientes; en Escuelas de sólo relativo prestigio y con más carencias, quizá, que realidades. Sin embargo, cuento con la extraordinaria fortuna de explicar Química en una Escuela de Agronomía en la región más agraria de España. ¿Qué significa eso? Pues que en cada bodega que vaya, en cada cooperativa que visite, en cada denominación de origen a la que me dirija, siempre encontraré un antiguo alumno. Que, por lo que he podido ver, me recuerda con cariño. ¿Qué importa, pues, ser un año más viejo cada año?
9 Comments:
Maese Pa: Casi me parecía que me estaba leyendo a mí mismo. Coincidencia sensorial. Con la diferencia que yo no me los/las encuentro en bodegas sino en las obras de misericordia, lugares, como sabe todo buen cristiano, de perdición.
(Buen tinto, Cabernet Sauvignon-Shiraz, supongo).
Las psicosis afloran en cualquier ambiente,generalmente a edades tempranas; principalmente causadas por factores de origen genético, interfiriendo en las relaciones afectivas y haciendo imposible -por ser enfermedades crónicas y con crisis períodicas que se recrudecen hasta el deterioro psíquico y emocional de la persona- la vida laboral, o dificultando los estudios.
He tenido alumnos, -gracias a Dios- los menos, con ese tipo de problemas, lo cual ha sido una razón para quererlos todavía más y apreciar como algo excepcional su rendimiento y méritos académicos.
Entre los profesores, mis compañeros, sí puedo decir que abundan depresivos y ansiosos; y sobre todo algún que otro hijo de puta.
*
Qué verdad es lo que dice. Mis primeros MIR eran más viejos que yo y los últimos ya me trataban de usted. La única ventaja que puedo disfrutar, es que me cuelen cuando voy con algún familiar a urgencias. Nada que ver con las ofrendas que a usted le hacen.
Protac: Gran suerte saber mezclar alumnos y vino, encontrárselos de guardia en bodegas y otros garitos de buen vivir. Si es en la cofradía de los Mayorales del Vino de Valdepeñas, tanto mejor. Yo, a los míos, no les vuelvo a ver el pelo, que con lo del medio ambiente se dispersan por la dehesa.
(Pa: ¿para cuando un post dedicado a ese noble y no sé si manifiestamente mejorable vino de Valdepeñas?)
Incorrecto: Sobreviví al vino de palma no hace mucho; otro de sus efectos es añorar el vino de verdad a la carrera.
Bart.
Protactínio
No me extraña que le recuerden con cariño , si yo le recuerdo con cariño del blog de azua y el trato fue poco los que le han tratado mas pues imagine .
sr. verle
Encantado , a otro que hecho de menos , casa azua ha cambiado y queda poca gente y a veces se pelean , pero me apena que se apague .
albert
Albert: Gracias, me alegra oirle. Sin Azúa, eso no es eso, aunque a algun@s se les eche de menos. Además me tiene pluriempleado Bartleby. Un saludo.
Verle en Chicago y sin avisar del 'promenade architectural' para enviar una postalita de una habitación con vistas.
Azúa en los Alpes suizos, Albert rebuscando en casa de Protactinio y... la Navidad llamando a la puerta.
Yo acabo de asomarse al osario de don Felix y en casa de Bart(mirando el vértigo de los rascacielos y la soledad de Oak Park) y les he dejado una esquelilla como esta:
Ya habrán captado ustedes conjurado supervivientes provenientes del resto artístico del naufragio de don Félix, que don Basilio, el anfitrión (¿…?) de estos comentarios ha inaugurado su propio ‘Bloc de notas’ aquí al lado. En ausencia de don Félix, se ha apuntado al tenderete. Pero no es lo mismo, ni es igual. Ni es nada parecido. Y eso, que los comentarios están cerrados, ¿por qué?, ¿Para qué queremos tal meditaciones de un paseante no replicable?
No es si quiera un cambio de tercio, ni un cambio de bandera, el que se visualiza con el cambio de titular.
A mitad del camino de Boomeran, eliminaron a Jorge Volpi y a Feliciano. Luego se sumó don Vicente Verdú y el sonoro Rioyo, que quiere estar en todas partes. No se si expuesto como el Santísimo o aguardando su oportunidad, que no acaba de llegar. Eliminado don Félix, se suma don Basilio. Puede que dentro de unas semanas se incorpore ya Sabina, Almudena Grandes, Elvira Lindo y Luis García Montero. Para organizar un grupo homogéneo y compacto de amigos y amiguetes.
Yo creo que no es esto. No, no es esto.
Albert, Pozo: encantados de verles por aquí. La cerrada del bar de Azúa fue desastrosa. Pero ya vendrán tiempos (y bares) mejores. Incluso regentados por el mismo propietario.
(Espero.)
Bueno, el fichaje del Sr. Verle por el blog de Librepensadores está siendo muy comentado. Otro fichaje estrella, el de Goslum por el Blog de Tsevanrabtan. Y el mercado de invierno parece que se anima...
Publicar un comentario
<< Home