EL EMBELECO (el juego de los errores)
Esa reciente moda, y ese político afán, de definición y clasificación de los errores no deberían, si quisiéramos mantener la cabeza fría y las manos calientes, hacernos ideológicamente olvidar dos cosas. A saber, que la verdad no es política, ya que la política es apariencia de verdad. Y, por otro lado, que toda taxonomía del error está indefectiblemente sujeta al error de taxonomía.
Y es que siempre la política, no teniendo la nuda propiedad de voluntades ciudadanas, pretende aprovechar de su usufructo.
[Diarios 2007. ‘Viaje a Valencia’]
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CORTES PUBLICITARIOS:
La alianza de civilizaciones poesía-ciencia continúa. Mora, Fernández Mallo… y ahora Javier Moreno,
“Como un reactivo/ en la dosis correcta (una varilla/ de platino/ en una disolución de SO3 a 400º/ = ácido sulfúrico)/ un tanto de dolor puede obrar/ la metamorfosis/ del amor en odio” [Bayer].
Poesía postpoética, recursos hipertextuales, una montaña rusa post-postmoderna… y con premio, gordo.
Apaga y vámonos.
© Sr. Verle. 2007
5 Comments:
Ha sido pensando en usted por lo que he colgado un poco de bromuro socialdemócrata. Llamésmole H al límite de la variable independiente.
Sr. Verle: Bien recordado que quien confiesa su error en público -reincidiendo en sus causas en la 2ª fase- sólo pretende amortizar por anticipado cualquier crítica. Además de levantar adhesiones emocionales por la pública confesión de su condición humana. Frente a ese tipo de movimiento continuo para escaparse del tiro al plato, está la trinchera que el opositor sigue ahondando con provecho de meritorio… hasta su derrota final. Y la ahonda tanto que está consiguiendo la inversa de la perspectiva caballera. El Opositor Empecinado.
Bart: aquí me tiene, los desterrados hijos de eva, los blogorreicos no cabemos en el nickjournal. Han vendido más entradas que localidades.
Mantengamos nosotros, y yo el primero, la perspectiva de los caballeros. Bienvenido.
(Estuve con Siza en vivo y, como no, salió hasta Heidegger).
No haga caso de todo lo que dicen las críticas. Nadie se ha dado cuenta todavía de que algunos poemas del libro como "Himno a George Eastman" o el "Himno a John Pemberton" no son sino revisitaciones de Píndaro. Qué gracia cuando los que olvidan el origen llaman a algo "original", sin saber muy bien lo que están diciendo.
Hautor, 'hahí' le ha dado. El origen hímnico. [El post era una continuación de otro en otro sitio, de (h)ahí la (h)ironía]. Gracias.
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