Atardecer en las Tierras Raras
En el morir abrupto de la tarde;
Qué violento, cercano mar que arde,
Naranjas y violetas confundidos.
De pólenes y flores encendidos
Los ojos. Desde la luna cobarde
Vendrá la claridad: quiera que guarde
Los cuerpos que se aman escondidos.
Sobretarde de abril en el desierto
De azules tierras raras del deseo:
Luminaria fugaz a cielo abierto.
Alcorque circular en su apogeo,
Regado con las lágrimas del muerto
Corazón vegetal con el que veo.
17 Comments:
Querido Pa: Soy yo. Este refugio suyo mejora a pasos agigantados. Reconfortante en grado sumo. Y eso que abril es el más cruel de los meses. Saludos endecasilábicos.
Hola, Yo: encantado de verle por aquí. Por si le consuela, las fotos son de marzo. Ya primavera, pero de finales de Marzo.
(Los endecasilábicos ripios, de abril. Eso sí.)
((Una alegría saberle, amigo.))
Estos mensajes crepusculares, ¡qué ganas dan de lanzarse a la lucha de cada día!
Un precioso soneto. Mi más profunda enhorabuena.
Ahora me permitirá que la deformación profesional me convierta en pedante y la amistad que le profeso me permita un consejo no pedido: no es conveniente que las distintas rimas consonantes sean también asonantes entre sí, como sucede en los tercetos. Aparte de esto, perfecto.
Gracias, maestro. No había reparado en la asonancia. Lo tendré en cuenta para futuras perpetraciones.
(Y no es pedantería por su parte.)
((Ni mucho menos.))
Impresionante atardecer, agraria y emotiva poesía.
¡Está que arde su acogedora cueva, don Pa!
La farola-luna de la 2ª foto, un hallazgo sensible.
"Qué soledad de pájaros heridos"... qué magnífico comienzo; no sé porque me ha sugerido renacimientos, ami Protactuan.
Bartleby
D. Prota. Enhorabuena. Es usted un genio de sorpresas... Ya no le queda más... tiene hijas, ha leído un árbol y ha plantado un soneto...y ahora, a florecer....gracias.
Farola-luna: muy misteriosa. Deconstrucción del cielo.
"Santorumnonio" que decía mi muchacha en su particular letanía.
La puesta es metafísica.
Montar en globo y...
Con esas imágenes y esos versos no son necesarios trankimazines. Observo que disponen de farola a la que agarrarse, por si se exceden con los caldos.
Garguío ya de ramos de domingo
al clima oro no sea estrambótico
BEBE VINO PRECIOSO CON MOSQUITOS DENTRO
Tudescos Moscos de los sorbos finos,
Caspa de las azumbres más sabrosas,
Que porque el fuego tiene mariposas,
Queréis que el mosto tenga marivinos.
Aves luquetes, átomos mezquinos,
Motas borrachas, pájaras vinosas,
Pelusas de los vinos envidiosas,
Abejas de la miel de los tocinos,
Liendres de la vendimia, yo os admito
En mi gaznate pues tenéis por soga
Al nieto de la vid, licor bendito.
Tomá en el trazo hacia mi nuez la boga,
Que bebiéndoos a todos, me desquito
Del vino que bebistes y os ahoga.
Hermoso e inquietante soneto, don Qué Vedo.
El empleo del sustantivo "luquete" ("aluquete") le localiza a usted como conocedor de ciertos procesos enológicos.
(Lástima lo de su feliz anonimato, don Qué Vedo.)
((O igual es que es visitante de este local por primera vez...))
Es un sincero homenaje a Ud. de un alma impenitente que pasada la pascua puede que, arrepentido tras una penitencia de caldos alentejanos, se deje ver.
Será una inmensa alegría verle.
los colores del atardecer, le han salido republicanos...
pero muy bonitos.
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