domingo, marzo 26, 2006

Viognier

(A Fernando, Elvira y Arturo: por todo.)

En el valle del Ródano, de donde procede, la Viognier es una variedad rara: poco más de cien hectáreas están censadas a finales de 2004. Considerando una producción media de unos 2000 litros por hectárea, la vinificación total en la región madre es realmente escasa. De ahí, entre otras cosas, sus elevados precios habituales en la douce Françe. Pero no sólo su escasez en el mercado justifica su encarecimiento. Se trata de un vidueño de difícil manejo: sensible a enfermedades criptogámicas, de muy brusca maduración (lo que hace estrictamente crucial el momento exacto de la vendimia) y recolección manual complicada, teniendo en cuenta el pequeño tamaño de los racimos y la tendencia de los mismos a agruparse fuertemente dentro de la cepa. Vencidas, sin embargo, estas dificultades, el resultado final es un vino de fortísima personalidad. Su color, intenso, más dorado que amarillento; sus particularísimos y complejos aromas primarios, que no recuerdan a ninguna fruta en concreto pero constituyen un potente flujo caracterizado por una agradable sequedad cómodamente refrescada; su untuosidad en la boca, hija de un alto extracto seco y una fermentación maloláctica bien definida; su completo retrogusto, que vuelve a recordarte, a devolverte, esta vez ahijados a una persistente sensación entre láctica y glicérica, los aromas que, antes, discurrieron amablemente por tu nariz. Un vino-secuencia, para beber muy lentamente: con el ritmo de un endecasílabo perfecto. El Viognier no es, como otros blancos al uso, un haiku: hermosa brevedad encriptada en lo esencial; el Viognier es un soneto con estrambote y, si dejas tu alma en vilo, podrás apreciar en él los dos cuartetos, los algo más breves tercetos y su coda final.
Los Viognier que nos hicieron soñar un sábado perfecto proceden, los dos, de la Mancha, entendida ésta en su sentido más administrativo que geográfico. El primero, un Peces Barba del 2004, cultivado y hecho en Orgaz, terruño que, por su origen granítico, bien puede recordar en su edafología al valle del Ródano: volver a los orígenes. Se trata de un Viognier que, aún manteniendo buenas características varietales, podemos adjetivar como ligero. Ideal, sin embargo, para –como hicimos nosotros– restaurarse convenientemente tras el viaje e ir adaptando nuestros sentidos al próximo desafío: el Vallegarcía 2002, llegado desde los silíceos, ordovícicos terrenos de Retuerta del Bullaque, cabe el Parque Nacional de Cabañeros. Este es un vino mucho más completo: sereno ya, por su edad, puede uno imaginar sus plateadas sienes mientras, sin raspaduras ni aristas, discurre amorosamente por nuestra boca. Encajó perfectísimamente con las ostras de Arcachon y nos permitió, incluso, dar comienzo a la fideuá negra caldosa. Sin solución de continuidad, nos esperaba un Cristal millesimé 1996, de Louis Roederer. La tradicional generosidad del Marqués de Cubaslibres, cristalizó en esta ocasión en un festín de finísima burbuja, amistad y contenida alegría: noblesse oblige.


29 Comments:

Blogger Bremaneur said...

Y ese atardecer...

¿Qué es una fermentación maloláctica? Gracias.

3:20 p. m.  
Blogger Protactínio said...

(Ese es el atardecer que se ve desde mi casa: lo mejor que tiene éste.)

La maloláctica es una fermentación secundaria (que no produce alcohol) en la cual el ácido málico (el de las manzanas, por ejemplo, que está presente en casi todas las frutas, incluída, claro, la uva) se transforma en ácido láctico perdiendo una molécula de dióxido de carbono (CO2). ¿Ventajas? El vino pierde acidez fija (la que procede del málico, ácido más fuerte que el láctico) y se pone más untuoso, más glicérico, más "láctico". Muchos vinos blancos no experimentan esa fermentación. Es propia de tintos y blancos fermentados/criados en barrica. Además, hay un importante cambio en los aromas primarios (que son propios y característicos de la variedad de uva) que pasan a secundarios (que son propios de la fermentación) y suelen ser menos nasales pero más persistentes en
la boca.
Salud, amigo.

3:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Protactínio es usted un genio, un sabio, ¡Un hombre del renacimiento!

4:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El cristal es exquisito, sin lugar a dudas, y la poética historia de la botella es muy maja también. Aunque estará conmigo que si nos ponemos serios, en lo que a cuestiones champagniles se refiere, el dom perignon es el rey de la pista.

4:51 p. m.  
Blogger El Sablista Escapista said...

Como dijo alguien en el blog de Arcadi: si tenemos a Protactinio, para qué queremos al marqués.

7:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sr. Marqués, no diga usted estas cosas.
El Sr. Protactínio, imprescindible, por supuesto, qué duda cabe! Pero usted..., qué quiere que le diga, quizás no soy la más objetiva para opinar pero es que si usted desaparece, yo también; qué sentido tendría llamarse laamantegranaínadelmarques sin marqués. Absurdo. Y precisamente ahora que empezaba a divertirme...

9:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Dicotiledóneas azaharosas se engalanan ya para su visita. Un abrazo de su amigo naranjo del sur.

11:42 p. m.  
Blogger Protactínio said...

Querido naranjo del sur: iremos convenientemente provistos de vinos de por aquí.

(Le prevengo.)

12:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No imaginaba yo ese contubernio entre mis amigos Crespí de Valldaura y el Sr.Rector de la CIII...

12:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

!!!Qué cabrones!!! (Dicho sea esto con todo mi cariño y sana envidia)

5:01 p. m.  
Blogger Protactínio said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

6:05 p. m.  
Blogger Protactínio said...

Trooper, amigo: busque el Viognier. ¡Grrrrande vino! Mis informadores me dicen que algún Viognier aussie no está nada mal.

(Aquí fuimos al mercado domestic.)

6:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nada. Está clarísimo. Hasta que no terminemos todos exquisítamente cultivados y trompas afinadísimos no pararan el Marqués y D. Procnatios.

8:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

pararán, con tilde en el ran ¡Jope!

8:13 p. m.  
Blogger Protactínio said...

No pararemos, Copias: no pararemos. Aquí vamos a saber todos un poco de vino, porque, si no, vendrán los malos y nos condenarán a beber infusiones calentísimas.

(Y eso sí que no, amigo.)

8:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El correo es fetén, Protac. Puede contactarme cuando quiera.

9:17 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Encima eso del vino de calidad en casa es muchísimo más barato que el tunning por ejemplo.

10:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"Aquí vamos a saber todos un poco de vino..."
Amigo Pa, veo que sigue predicando la buena nueva. Es un placer leerle.
No obstante, en el conocimiento Ud. nos aventaja sobremanera, maese.Un abrazo.
(Superando además todos los créditos "prácticos" habidos y por haber. Y la libre configuración, si se tercia)

10:05 a. m.  
Blogger Protactínio said...

Querido Verlio: ¿cómo va todo? En estos blogues de dios se le echa de menos.

(Espero que las cosas estén empezando a rodar mejor, amigo.)

11:03 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Protactínio vidi, vino y vincit...cómo se nota su amor a la tierra...y qué cosmopolita...

12:07 p. m.  
Blogger Marta said...

Yo estuve un par de años recogiendo uvas para sacarme unas pelillas y se el proceso que llevan y cuanto cuesta hacer un buen vino...
(Joder que paiza me metí creí que me moría).
Aunque así tuve la oportunidad de conocer varian bodegas: la antigua donde se hace el vino pisandolo y tal en una cueva, las medias donde ya había algunas máquinas ultramodernas y las supermegamodernas.
Una pasada.

12:07 p. m.  
Blogger Bartleby said...

Maese: la verdad es que es usted un pozo... con buen fondo. Hablar con fundamento de algo como la Viognier es raro, raro, raro. ¿Es recomendable el Peces Barba del 2004? Nunca me acostaré sin saber dos cosas mès.
Bartleby aún sobrio.

8:25 p. m.  
Blogger Protactínio said...

Lo es, amigo Bartlemy. Sus aromas, aunque sea un vino al que le falta elaboración (lo cual se nota, afortunadamente, en el precio) son muy propios del varietal. Es muy recomendable.

(Contestaré a su amabilísimo correo. Es que, con la que estamos organizando por aquí, tengo la agenda a espensas de la democracia.)

((O sea, del voto popular.))

8:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buenas D. Prota. Vaya aromas que se inspiran por este saludable blog y bálsamo de penurias...no sabía que Peces Barba tenía buen vino...siempre se aprende con usted...qué bien eso de enseñar deleitando. La verdad es que la letra con vino entra, como diría D. Goslum.
Un abrazo.

2:01 p. m.  
Blogger Protactínio said...

Ni idea, Verse. ¿Es un champagne hecho en Extremadura, quizá?

(Es que, con lo del bo y cote, los bodegueros andan como locatis produciendo espumosos.)

((Por doquier.))

6:17 p. m.  
Blogger Bartleby said...

Don Trotas, que usted no para. Me tranquiliza enormemente lo que me dice del Peces Barbas del 2004, que es de toda confianza. Y que le falta un poco de elaboración, como a aquél le sobró.
Suyo, B.

8:59 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

necesito informacion sobre la historia de esta uva

3:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

necesito informacion sobre la historia de esta uva

3:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

necesito informacion sobre la historia de esta uva

3:52 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home